¿Cómo se lleva a cabo el reciclaje de residuos?

14 de abril de 2021

Cualquier persona, negocio, empresa... genera desechos que hay que destruir o aprovechar de nuevo para otros usos. El reciclaje de residuos hoy es más necesario que nunca para que nuestro planeta sea sostenible.

Destrucción de documentos y reciclaje de residuos.

Las empresas generan documentación que, con el tiempo, queda obsoleta y es necesario desprenderse de ella.

La cuestión es que muchas veces en ella se guarda información sensible, con datos de carácter personal y cuentas bancarias, expedientes, nóminas, etc.

En ese formato, no es posible proceder a su reciclaje porque la ley no lo permite. Concretamente el RGPD cuya normativa es de ámbito europeo y la española LOPDgdd establecen de una forma muy clara cómo hay que tratar este tipo de documentos para evitar que alguien pueda acceder a ellos y utilizarlos de manera que perjudiquen los derechos de los interesados.

Además, en estas normas se señalan las sanciones que se pueden imponer en caso de que no se aplique el cuidado objetivamente debido en la custodia de esa información por parte de las empresas.

Aquí es donde entran las empresas de destrucción de documentos que se ocupan de la recogida, transporte, custodia y posterior eliminación de esa documentación que puede resultar nociva para los intereses del propietario, en caso de caer en manos indeseables.

Pero de esta forma también se generan desechos en forma de pequeños confetis de papel, discos, cintas, USB, etc que se han destruido, quedando los materiales que no sirven para el fin con el que fueron creados.

En este punto las empresas de destrucción de documentos pasan todo esto a las que se dedican al reciclaje de residuos para que se pueda dar un nuevo aprovechamiento a todo lo que se ha generado con el proceso de destrucción.

Claro que no todos los restos que generamos tienen ese valor del que hemos hablado. También están aquellos que provienen del uso de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles, plásticos, cartón, baterías, etc.

Estos también son remanentes que hay que reciclar y no tirar directamente a la basura como si fueran restos orgánicos.

Por lo tanto, las empresas de reciclaje de residuos se ocupan tanto de lo generado después de una destrucción documental como de todos aquellos que provienen del consumo diario por parte de personas físicas y jurídicas.

Proceso del reciclaje de residuos

La preocupación medioambiental se ha traducido en la necesidad de dar más usos a aquellos residuos que se generan con el fin de que exista un mejor aprovechamiento de los recursos del planeta que, como sabemos, son limitados.

Reciclar es un proceso que puede hacer cualquier persona; lo que tenemos en casa, la ropa, las bolsas, los objetos de plástico, etc todo esto y más, lo podemos meter en los contenedores adecuados y habilitados por cada ayuntamiento para que después se pueda hacer una adecuada gestión de estos recursos.

Sin embargo, no todo se puede introducir en estos contenedores debido a que hay objetos que, por su composición, tamaño, peligrosidad o cualquier otra característica, deben llevarse a otros lugares denominados puntos limpios.

Hablamos de electrodomésticos, ordenadores, bombillas, tablets, móviles... que tienen diversos componentes y elementos que hay que separar y tratar según su naturaleza.

Muchos de estos residuos contienen productos contaminantes que se deben gestionar de una forma cuidadosa para que no se den accidentes que perjudiquen el entorno o a las personas.

Pero tras separar los que son aprovechables como el plástico, vidrio, aluminio o cobre, por ejemplo, se procesan como nuevas materias primas con el objeto de crear otros productos que vuelvan a ser utilizados por todos.

En ocasiones se utilizan robots para esta función lográndose recuperar un porcentaje impresionantemente elevado de materiales reciclables de aparatos electrónicos.

Reciclamos aparatos electrónicos

Cuando compramos un aparato eléctrico o electrónico sabemos que tiene un periodo de vida útil que varía según las circunstancias. Aunque hoy con el asunto de la obsolescencia programada nada dura excesivamente y las empresas parece que se ponen de acuerdo para que el consumo se dispare.

Pero, eso no es el objeto de este post; más bien se trata de saber cómo se reciclan estos dispositivos para convertir buena parte de sus componentes en nuevas materias primas.

Lo primero que debemos hacer es, después de haber decidido deshacernos del aparato en cuestión, llevarlo a un punto limpio o al punto de venta.

A partir de aquí existen una serie de fases:

• Recogida y transporte a la planta de reciclaje.
• Recepción de los dispositivos electrónicos, según la legislación vigente.
• Almacenamiento en las instalaciones que deben tener un pavimento impermeable, además de zonas cubiertas con sistema de recogida de los posibles derrames que se puedan producir.
• Pesar los residuos para llevar un control de la cantidad de este tipo de restos que procesa cada planta de reciclado.
• Primer tratamiento en el que lo que hay que hacer es separar los materiales que no se vayan a recuperar.
• Segundo tratamiento. Aquí se trata de obtener aquellos elementos que sí se pueden recuperar. Esto se realiza mediante la fragmentación del aparato electrónico.
• Tratamiento final. Siempre pueden quedar algunos materiales que no se han podido separar y es preciso un procesamiento posterior para que se puedan reutilizar.

El reciclaje de aparatos electrónicos es un procedimiento largo y concienzudo, por lo que hay que ser muy responsables empezando por el usuario y terminando en la planta de reciclaje.

No olvidemos de que el reciclaje en general y particularmente cuando hablamos de este tipo de dispositivos, tiene como objetivo principal llegar a un modelo de economía circular, con la gestión de los recursos del planeta sin que haya despilfarros inútiles de esos recursos naturales.

De ahí que esta sea la tendencia para generar un sistema sostenible en el que todos los elementos se puedan aprovechar, frente al sistema lineal que fomenta el consumo a corto plazo con el consiguiente gasto de los recursos como si estos fuesen infinitos y baratos.

En realidad, ya sabemos que esto no es así y lo que el planeta nos ofrece es finito, por lo que hay que contribuir al sostenimiento global de este.

Con la modernidad y desarrollo de la tecnología, hay determinados aparatos electrónicos como los móviles que tienen ciclos lineales cada vez más cortos, fomentándose el consumo de una forma rápida y poco eficiente.

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